El restaurante

-¡Que te ahorres esos detalles por dios!- miro a ambos lados preocupado por si alguien habia oido su indecente explicacion y descripcion. Y ya ante lo ultimo se le cruzaron los cables.

-¿¡Quien te daria algo de esa manera?!¿¡Como podria estar celoso y posesivo con algo como tu?!- exclamo agarrando peligrosamente la copa de vino con evidentes intenciones, con un sonrojo mas que traicionero en su rostro.

- ¡oye! que puedo decirte lo que me de la gana, para eso soy tu amo, además, si la gente se enterase lo veria como algo normal, recyerda que los nekos careceis practicamente de derechos-comentó.

- ¿ntonces no te importe que use la cama en la que dormimos para acostarme con él o cualquien otro?-cuestiono, arqueando una ceja bastante divertido.

-¡Eso es lo que intento cambiar!¡Ese estupido pensamiento de la gente sobre que no tenemos derechos, y que nuestros sentimientos se deben ignorar y pisotear!-

-¡No!- exclamo antes de pensarlo.- no quiero...que duermas...con el....- murmuro con la respiracion agitada y apretando los puños. Ni el mismo se entendia.

- Pues tú intenta, intenta, que por mucho empeño que pogas eso es un caso perdido-contestó, sonriendo a la vez que se levantaba de su asiento, acercandose al camarero, antes le dijo al neko que no se moviese, para pedirle la cuenta, una vez la pagó volvio junto al neko, agarrandolo de la mano para que se levantase y luego tirando hacia él para abrazarlo.

- Eso gatito es porque te impoirto, y porque estabas celoso de él-susurró a su oído para después separarse, quedando agarrado de su mano.

Se le pusieron los pelos de punta ante el abrazo. Pero aun asi, inexplicablemente se quedo helado y no pudo ni chistar.

-¡Es mentira!- bufo cuando se vio libre de sus (calidos y envolventes) brazos. -¿Porque tendrias que importarme?- farfullo por lo bajo, aun sonrojado.

- Claro, puedes engañarte todo el tiempo que quieras, pero tarde o temprano te darás cuenta de que has caido en mis redes, y tal vez para ese entonces ya esté harto de ti-dijo, como quien no quiere la cosa comenzando a caminar hacia la salida- y si no te importoñ...¿por qué el gatito se puso asi de celoso?

Irguio las orejitas subitamente inquieto ante la primera frase.

-V-Vaya... ¿hasto de mi?- resoplo, intentando aparentar indiferencia. -No me importa si asi me devuelves-¡y el gatito no se puso celoso!- grito tenso, apretando la mano de Ayame. Estuvo a punto de darse de golpes en la pared al darse cuanta que habia dicho "gatito" refiriendose a si mismo.

- No mientas precioso, se te nota en la cara que no quieres que te devuelva, y mucho menos que me harte de ti. Perpo no te preocupes, tengo bastante paciencia, así que tendrías que ser muy odioso para que lo hiciese por lo que no debes preocuparte, aunque tampoco ocultar tu preocupacion-comentó, agarrandole con la mano por la cadera para pegarlo más a él y seguir andando- así me gusta, que aceptes que eres mi gatito, ya solo te queda aceptar que estabas celoso.

-...-agito su colita bajo el vestido airadamente. No le gustaba mentir, pero tampoco le iba a decir la verdad....¡porque ni el mismo se entendia!

-No soy tu gatito- gruño en voz baja. -Soy Azazel...-

- No, no, eres mi hermoso gatito, y tu nombre es Azazel-le corrigió, ywndo hacia la puerta de salida y despidiendose desde esta del camarero.

(nos vemos en la residencia de Ayame)

Le miro mal al ver como se despedia del camarero, olvidandose de hasta que le habia vuelto a llamar gatito.

"Cuando volvamos, si veo una botella de vino se le voy a tirar encima... botella incluida" penso irritado.

(okiiis )