Castigo

- Nada, igualmente tendras un amo, lo unico que puedes hacer es buscarte uno que te agrade antes de que te encuentren a un tirano con dinero-contestó, haciéndole un movimiento con la mano para que se levantara- y deja ya de llorar, con eso no se soluciona nada.

- los amos son faciles de embaucar, solo debes encontrar a un tipo con dinero y que no te vaya a tratar mal-contestó, mirandolo cpnm una ceja lgeramente arqueada- Gael, ¿para que lo necesitas?

- Supongo que no tenia nada mejor que hacer, de vez en cuando es bueno escuchar a los nekos, para darte cuenta que tu vida siempre podria ser peor-contestó, encogiendose de hombros- estaras unos dias más emncerrado, tal vez dos, a lo sumo tres-contesto.

- No es tanto tu falta como el entrenador que se ha quejado, tienes que tener cuidado con algunos-dijo, para luego sentir como lo abrazaba, tremendamente extrañado por esa accion- ¿sabes cuanto vales?-le pregunto, de repente, acariciandole el cabello de forma distraida.

- Súi, por eso precisamente estas aqui-ñle explico, dandose la vuelta con lamirada perdida por unos minimos segundos- para saber si estas a mi alcanze, si puedo hacerlo te comprare, y seras mi ayudante aquí, ¿te parece bien?

- Si le haces algo volveras aqui, y el castigo sra mucho mas serio-le advirtio, al ver sus intenciones con el entrenador- le traeria problemas a mi cuenta bancaria segun cual sea tu precio-contestó, acariciándole de nuevo la cabecita.

- Eso espero, porque si lo haces igualmente tendras un castigo- le dijo, con voz fria, separandolo de él para andar de nuevo hacia la sala donde estaban las diminutas jaulas- vamos, todavia no acaba tu castigo, y si no lo cumples me echaran o quitaran parte de mi sueldo.

- Volveras otra vez a las jaulas, y permanecera en ella de dos a tres dias, sobreviviendo solo con agua-le informo, abriendo la puerta de una bastante pequeña-entra-le ordeno.

- eso temngo entendido-contesto, encogienfdose de hombros- ¿tienes miedo a la oscuridad o algo por lo que no deba apagar la luz e irme a dormir?-le pregunto, cerrando la puerta.

Hizo un movimioento de cabeza, a modo de despedida para despues apagar la luz-no te muevas mucho, o acabaras con los barrotes señalados-le aconsejó, yendose a su habitacion a dormir.

Al dia siguiente por la mañana temprano regreso a la sala de castigos y encendio la luz.

Vio que el neko dormía, por lo que pasó a mirar si hoy aparte de al otro tenia más trabajo, encontrandose con que más tarde traerian a otro neko para que le enseñase a dejarse amarrar con una cadena ya que se resistia.