Castigo de reeducacion.

Utilizó u cola como una especie de látigo, para hacer que la soltara ¡como si por ella misma ya no tuviese dolor por todos los pelos que se habúia arrancado!, colocandola a un lado de la camilla mientras se mordía el labio inferior pues, una vez se había acostumbrado a la invasión y las rudas embestidas del otro ya estás no dolían, sino que causaban corrientes de placer que viajaban por su coluna a todas las partes de su cuerpo, haciendo que su respiración se acelerara, como un jadeo.

Veo como comienza a disfrutar y dirijo mis manos a sus pezones pellizacandolos con fuerza

Ante los pellizcos en sus pezones tuvo que dejar de morder sus labios para soltar un quejido repleto de placer, haciéndo así imposible que dejase de gemir ante las fuertes embestidas del otro, ¿acaso se estaba volviendo masoquista?

-Veo que esto te gusta- sonriendo al escuchar sus gemidos

- Y t-tu diusfrutas...que me guste...aahh, ¿no?-cuestiono, entre jadeos y algunos pequeños gemidos, la verdad es que sino estuviese atado se estaria autocomplaciendo, porque estaba claro que el orop solo iba a su propio disfrutre, por lo que siguiendo su ejemplo volvio a apretar los dientes para no gemir.

-Tu que crees- llevando mi mano hasta su miembro y comenzando a acariciarlo suavemente

Al sentir como atendia su miembro ya no pudo volver a retener de nuevo sus gemidos, dewleitando al rubio con un coro de estos, que salian desde lo más profundo de su ser, agitandose de placer.

Sonrio al escuchar sus gemidos y dejo de atender su miembro colocando mi dedo en la punta para evitar que se corriera

- Du-duele...-se quejó, pues de verdad lo hacía, el dejarlo a las puertas del orgasmo y sentir como seguia embistiendo contra ´rl sin piedad era horrible.

-Te dije... que esto es... un castigo- le respondi sin dejar de embestir

-e...por favor-le pidfió para luego largar un gemido frustrado, tragandose su orgullo para siuplicarle el que le dejase correrse de una vez por todas.

-Te vas a portar bien?- le pregunte sin dejar de embestir

- n-no intentare...matarte...¿te sirve?-cuestionó, volviendo la cabeza con los labios entreabiertos y los ojos medio cerrados, sin dejar de gemir para observar la reaccion wdel otro por su propuesta.

-No... me... sirve- presionando mas mi dedo en la punta de su miembro

emitio un jadeo de dolor, liberanfo unas traicioneras lagrimas- no te....agredere...-le propuso-y t-te obedecere...mien-mientras me parez-parezca...bien la orden-negoció.

-Me obedeceras.... sea lo... que sea- viendolo con una ronrisa

- N-no...solo te obedecere...si la orden es razo-razonable y no denigrante.

-Entonces no podras correrte hasta que yo lo decida- siguiendo embistiendo y sin retirar mi dedo

- Q-que asi sea-contesrto, cabezota, intntando soportar ese placentero dolor que le hacia derramar lagrimas de angustia, pues sentia que su miembo iba a estallar como no consiguiese correrse pronto.

-Bien- sigo embistiendo y con mi otra mano aprieto la base de su miembro sin quitar mi dedo de la punta

Creía que ivbba a perder el conocimiento por tanto dolor acumulado-t-te servire-gimió dolorosamente al fin, sintiendo como sus frustradas lagrimas mojaban la camilla.

-Si no lo haces conoceras lo que es el dolor- le dije quitando mis manos de su miembro sin dejar de embestir

Se corrió con un prolongado gemido, dfejando esta vez escapar lagrimas de felicidad, apretando el miembro del otro en su interior en un gesto totalmente involuntario, sintiendo como se atontaba lentamente, como si fuese perdiendo el conocimiento de forma gradual.

Al sentir como aprieta mi miembro hace que me corra en su interior con un ronco gemido

- Desatame-le pidio, con voz demasiado cansada como para que su razon fuese simplemente el ejercicio.