La subasta

Se tenso, y con sus orejitas moviendose nerviosas musito:

-Si quiero salir...- declaro de mal humor.-Y no quiero que alguien que solo vive por su fisico diga que mi vida es deprimente, porque la suya, superficial y vacia, no es mucho mejor- fue subiendo de tono, envalentonado.

- Pues entonces comportate-aunque cuando termino de escuchar el discursito anti-modelos una descarga algo mas fuerte recorrio al neko- uy, ¿te ha dolido? lo siento tanto...-se disculpo con bastante falsedad en su voz.

-Si te ha molestado tanto sera por algo- dijo con voz dolorida por la corriente electrica procedente de su collar, entrecerrando los ojos por el tono de su voz. -¿quizas he acertado y siente eso el pobre niño rico?- sonrio por primera vez, pero con malicia.

- ¿igual que a ti te molesta que te diga mascotita?-le devolvió la burla, sin dignarse a contestar a lo otro, eso si, apretando el`paso, notando como la correa se tensaba cada vez más pues no podía seguir su ritmo.

Casi se cae de las prisas con que le llevaba.

-¡Bruto!- le insulto jadeante, intentando aligerar la presion en su cuello, y en eso estaba hasta que tropezo con sus propios pies, cayendo al suelo. -Ay...- se quejo.

Suspirtó con pesar cuando sintió que el otro caía, la verdad es que no había sido muy acertado de su parte aligerar el paso- ¿te has hecho algo?-le preguntó, arrodillandose para quedar frente a él.

-No- respondio cortante, poniendose de rodillas... su mano, al apoyarse para evitar chocar con la cara en el suelo, se habia cortado y lamio como un gato la herida, mirando fulminante a su "dueño".

- Claro, y el cortarte la mano no es nada, ¿no?-cuestionó cogiendolo de la muñeca para rebisar la herida, que no era más que un cortecillo supeficial sin importancia- sera mejor irnos, tenemos que pagarte para pofdernos ir-le recordó, poniéndose en pie y obligando al otro con un tirón en su correa.

Se quedo muy quieto cuando le cogio de la muñeca, intentando aparentar serenidad y tranquilidad... cuando tenia en realidad unas ganas enormes de soltarle un zarpazo, por lo "bien" que lo estaba tratando.

Ese sentimiento destructivo se intensifico ante el nuevo tiron de su correa, y las mete prisas que metia.

-Pues por mi no me pagues- gruño, levantandose a trompicones para seguirle, moviendo airado su rabito de gato.

- Es verdad, ahora que lo recuerdo puedo pagarle directamente a su cuienta gracias a la factura, y después mañana aprovechando que tengo una sesión ftográfica por la mañana venir a por mi contrato en el que dice que me perteneces-recordó, sonriendo levemente de forma triunfal-muchas gracias por recordármelo, así podremos irnos a casita antes.

-¡No!- protesto con rabia y desolado. No queria ir a su casa por nada del mundo....con esa valla de seguridad y con el collar impidiendole escapar. Queria borrarle esa sonrisita de suficiencia en su rostro... tiro del collar para que le soltara.-¡No quiero ir con nadie tan despreciable como tu!- se rebelo.

- Sí-contestó con voz autoriotaria, mirandolo por primera vez de forma seria-te dijhe que te portaras bien y yo te trataria bien, como si no fueses un neko...pero se ve que eres demasiado cabezota-comentó, suspirando levemente haciendo que otra descarga lo recorriese y le paralizase levemente.

-¡Ah!- jadeo, tensando todo su cuerpo ante la nueva descarga, que hizo temblar todo su cuerpo, aturdiendolo. Lo miro con verdadero odio. -No quiero tu compasion, sino mi libertad y mis derechos como ser vivo- siseo entre dientes, aun adolorido.

- No lo haría por lastima, si dejases de ser tan prepotente me caerias bien, sin importar que seas mi mascota o no, pero tu estas tan metiodo en tu odio y wen que todos te consideran inferior que no quieres ver eso-contestó, tirando un poco de la cadena al rato-vamos, ya puedes moverte y tenemos que llegar pronto a casa.

-¿Acaso no es asi? Todos me veis como algo inferior ¡y estoy harto!- protesto en voz baja, siguiendole con aspecto derrotado. Ahora le conducirian a su nueva carcel... ojala pudiera escapar y que tuviera un "casual" accidente su dueño y asi poder ser libre. -No quiero ir a tu casa...- se quejo aun mas bajo, porque sabia que era inutil quejarse.

- No, no todos te ven así, yo solo te digo mascotita porque sé que te molesta, te consideraría imnferior si fueras alguien superficial y vacío, pero no lo eres, por lo que si te comportaras adecuadamente empezaría a tratarte como a cualquier otro, creo que te lo dejé claro antes-contestó- ni yo quiero que seas tan caberzota y aun así lo eres, asi que no te quejes.

-...- agito airadamente su rabo pero no dijo nada. -Supercifial y vacio... -repitio, pensativo- si asi es como eres tu- echo navajas por los ojos al clavarlos en su "dueño", pero lo dijo en un tono inocente, como recordandole como era y en que trabajaba.

- ¿Quieres que este ser superficial y vacio te de una descarga que te deje inconsciente el suficiente tiempo como para hacerte suyo y tener asegurada la descandencia?-cuestionó, con una sonrisa aparentemente amable-porque si es eso lo que quieres lo estas consiguiendo.

Retrocedio algo palido.

-¿Quien querria tener algo tuyo dentro?- musito con rabia, sintiendose humillado ante solo pensar que eso pudiese ocurrir. Respiro hondo intentando calmarse.

- Pues para tu información muchísima grente, aunque no dejaría que tuviesen a mi descendencia jamás-contestó, sonriendo levemente al notar que había conseguido su objetivo, calmarle- Así me gusta, que te tranquilices.

-¡Ja!- rio sarcastico ante lo de mucha gente. -Dejame adivinar: gente tan superficial y vacia como tu- murmuro con malicia para que no le oyese.

Por lo menos lo estaba distrayendo para alargar todo lo posible la marcha hacia su casa.

- Puede, pero seguro que a mío me aprecia mnuchisima más gente que a ti, y me llaman por mi nombre, tengo libertad...tu en cambio, ¿que tienes? a los ojos de los demás no eres más de lo que sería una muñeca hinchable, solo sirves como furcia o como mucho de chacha y furcia a la vez- no pensaba ser tan duro, pero es que restaba agotando su paciencia

-Es aprecio superficial y vacio como tu... no es verdadero- sonrio malicioso. Pero se le borro la sonrisa ante la descripcion, acertada, de su situacion. Entrecerro los ojos y le escupio. -Te odio- siseo como una serpiente furiosa.

- Por lo menos es un aprecio superficial, tú ni esao tienes, no tienes nada más que un sitio por el que los demás se desfogan a tu costa-siguió en su disputa, agarrándolo con fuerza por la cara- me escupes porque sabes que tengo razón, me odias porque sabes que esa es tu utilidad ante el mundo.

-Para tener ese aprecio no prefiero tener ninguno- replico, asqueado. Y cuando le cogio por la cara no lo penso ni lo dudo mucho y le solto un mordisco.