La subasta

- Me alegro, porque eso quiere decir que soy el único amo que has tenido que te está empezando a domar-comentó con una sonrisa autosuficiente, haciendo que el otro se levantase para ponerse él en pie- mi casa tiene valla electrificada por si alguien intenta entrar a roba, además cuando lleguermos lo programare para que si te alejas lo suficiente como para poder huir el collar te suelte una descarga que te deje inconsciente- le aviso, colocandose bien el cabello- vamos, debo pagarle al dueño de esto lo que me ha costado mi nuievo pet, es decir, tú.

-No me vas a domar- replico, con los dientes rechinando.

Apreto con rabia los puños, sintiendose impotente ante la ameneza de la descarga.

-¿Y crees por eso que dejare de intentarlo? ¿Crees que me rendire?- contesto, cabezota y desafiante.

Gruño cuando lo volvio a llamar Pet.

-Soy Azazel, no "pet"- retifico, fulminadole con la mirada.

- Ya lo veremos-le casi amenazó, comenzando a andar en dirección al despacho del dueño- no, yo solo te lo digo para que si después de un cuarto de hora te encuentras tirado e inconsciente en el jardín sepas el motivo de esto. Respecto a lo otro...eres un pet, no usaré tu nombre hasta que te comportes de forma civilizada.

Se quedo mudo ante el tono de su voz.

-No eres el mas indicado para enseñarme modales Señor-pone-collares-electricos- se mofo- ¿o eso es acaso muestra de ser civilizado? Y si quieres que me porte bien es muy simple, te ahorrare pasar malos ratos si me sueltas y me dejas libre- contesnto inocente mientras trotaba tras el.

- Pero yo solo me estoy comportando como tú, a veces pra domar unba fiera hay que comportarse como otra, así que no te quejes, si te hubieses comportado civilizadamente desde un principio no tendrías el collar- contestó, aumentando algo el paso- serás libre...por mi casa, fuera no.

-¡Has sido tu el que me ha comprado, asi que atente a las consecuencias! ¡Te aviso el dueño de como era, pero no hiciste caso, porque el pobre niño rico queria un reto!- le acuso, indignado. -Si me trataras como un ser vivo que piensa y siente, y que tiene sus derechos como todo ser vivo quizas, y solo quizas, porque me caes fatal, intentaria ser amable contigo- le aclaro.

"Y sere libre en tu casa y fuera" penso para si, decidido.

- ¿y quién se queja? YO ESTOY MUY CONTENTO CON mi compra, por cierto, no me digas niño rico, suena como si me hubiesen regalado el dinero y no es así.-contestó, mirándolo fijamente por un momento para luego retomar la marcha- si tú me demuestras que puede comportarse como cualqyuier ser vivo pensaré en tratarte de igual a igual, mientras tanto ni lo sueñes.

-Me asegurare de que te quejes y que me devuelvas, que te arrepientas de haberme comprado- amenazo. -Y me comporto como cualquier ser vivo, vivo, respiro, como, pienso, siento... asique ya estas empezando a tratarme mas correctamente, asi que quitame este collar- recito filosoficamente, dando al final verdaderas ordenes.

- ¿Tengo que recordarte nuevam,ente lo del burdel barato?porque me parecía que habías comprendido que si hacías algo para conseguirlo acabarías ahí-le recordíó-ni lo siueñes, a mní tus charlitas filosóficas o éticas no me convencen.

Para ocultar su inquietud ante lo del burdel aparto la mirada.

-Solo intentaba darte algo de...sabiduria... pero veo que careces de ella, como de escrupulos- le miro de reojo, fulminante.

- ¿sabes algo? tus insultos me importan más bien poco, pet bonito-se burló del otro, diciéndole lo que sabía odiaba-así que comportate como una buena mascotita, calla y anda.

"¡Me saca de quicio!" penso echando chispas por la mirada.

-1º no soy mascotita, sino Azazel y 2º no voy a ser bueno contigo y menos con ese tono de superioridad que estas usando y que me saca de mis casillas ¿quien te has creido que eres?¿dios?- se mofo.

- Eres mi mascotita, y yo soy tu dueño-le contestó a las dos cosas- y por cierto, si Dios exiostiera no dejaría que los nekos fueseis tratados así, por lo que no existe y tu pregunta cuya intención era reirse de mí carece de fondo.

-No eres nada para mi, y yo no soy tuyo- replico siniestramente.

-Y yo hace tiempo que deje de creer en Dios, pues la existencia de tipos como tu no hace sino confirmar su falta- dijo airadamente, agitando su cola, como una gato al acecho. Tenia ganas de slatarle al cuello antes de llenar al despacho del dueño.

- Fijate si eres mio que ahorita wen cuanto lleguemos me daran un contrato de propiedad-sde buerló, acercandose de nuevo al otro para rozar sus labios y separarse agilmente- no te enfades, acabarás arrugandote antes de tiempo.

-Si es que llegas vivo...- musito con mas ganas de saltarle al cuello que nunca, al sentir de nuevo el roce de sus labios y no poder hacer nada para evitarlo. El desgraciado aparte de guapo era rapido.

-¡Y si me arrugo sera por tu culpa!- le acuso, listo para atacar.

Llegaré vivo, porque te combiene que lo haga, ya que el asesinato se castiga bastante bien, sobre todo si eres un insignificante pet con un historial conflictivo- le recordó, sonriendole le vemente como si no hubiese pasado nada para seguir luego caminando- bueno, en ese caso te compraré algo para que no te arrugues.

Eso era cierto...si le atacaba adios a su libertad...bueno, la poca que tenia.

-¿Que me vas a comprar?- le miro suspicaz, siguiendole con el rostro sombrio ante lo atado de pies y manos que se estaba sintiendo a su dueño... y eso no le gustaba nada.

- Ya veré, ¿tú quieres algo en especial? y por cierto, por si se te ocurre que puedo ser tan tonto...no, no te compraré nada con lo que puedas dañarme y/o escaparte-le informó, sabiendo que en todo el rato que llevaban hablando eso era en lo único que pensaba el otro.

-No quiero nada que venga de ti- farfullo orgulloso. Se le habia adelantado... no llevaban ya ni una hora conociendose y parecia que leia su mente. -Excepto que me dejes, que me liberes- murmuro, mirandolo de reojo, con una minuscula esperanza.

"No quiero ver al dueño...es como cortar mis alas" penso, bajando las orejas, abatido.

- No pienso liberarte pero...si te potas bien te pondré un gorro para que no se te vean las orejas y te llevaré a donde quieras, para que sepas como te tratarían si solo te mirasen como persona y no como objeto-le prepuso, notando como las orejas del otro bajaban.

Le miro un tanto desconfiado ante tanta amabilidad.

-¿Y la cola?¿Como la ocultas, eh?- la movio para hacerla notar. Le resultaba dificil creer que el otro le hiciera ese favor... ademas tendria que portarse bien y eso le costaba horrores... ¡y mas con el! que le habia puesto ese collar del demonio, que iba tintineando mientras se iban acercando al despacho del dueño.

- ¿tienes algún problma en llevarla dentro de un pantalón?-le preguntó, como sui fuese obvio- o en caso de que fueras muy quisquilloso podríamos ponerte un abrigo largo y punto-contestó,-pero ya sabes debes de portarte bien.

-Hmmm...- aun reaccio a creerle. Aparto la mirada.

-Ya veremos, es major conseguir mi libertad totalmente que una fugaz y disfrazada- replico orgulloso.

- Bueno, yo es que creía que te hacía ilusión. Pero vamos, que sino quieres pues nada, adiós a la salida-contestó, coimo quien no quire la cosa- total, ¿qué es saber si tu vida sería también iguak de deprimente si no fueses un neko?