La subasta había comenzado, miré a todos aquellos humanos con recelo, me senté en el suelo y...
-Ahora les presentamos a una linda neko, es algo...dificil de controlar -me miró sentada en el suelo con cara de fastidio-. Traiganla -susurró, le voltee la cara y trataron de levantarme.
-Por favor, Mizore, de nuevo no -me pidió el oficial, lo miré y puse los ojos en blanco-. ¿Por las buenas o por las malas? -con mi tipica actitud grosera opte, por levantarle el dedo medio, enfureció.
-Permitanme -dijo el subastador, se acercó a mi y al oficial-. Tu incopetencia te costara -le advirtió al oficial, me levantó de un jalón pero resistí el que me mostrara-. Disuculpen -les pidió a los compradores-. Mizore, siempre es lo mismo, si cooperas esta vez saldras de aquí, ¿entiendes?
-¿Quien dijo que quiero salir de aquí maldito idiota -contesté molesta, me abofeteó.
-Si así quieres las cosas así seran, ¿entendiste? -me dio un fuerte jalón mostrandome frente a ellos, me llevó de la cadena que esaba a mi cuello y se detuvo amarrando la cadena a un lado suyo-. Esta niña es ferte y tiene, na gran -me miró-. Gran fuerza de voluntad -dijo con fastidio-. Pero debe tomarse en cuenta que tiene un rostro hermoso y buen cuerpo.
-Pudrete -lamolestia se notó ensus ojos.
-¿Quien ofrece? "por favor, por favor, ¡llevensela!" -pensó.