Residencia de Leo Erizawa

- ¿Se puede saber que demonios quieres ahora?-preguntó, enfadado, volviendo la cabeza para mirale con algop de ira y escapar de su agarre con un fuerte tirón.

Lo vuelvo a agarrar y lo recuesto en el sillon usando algo de fuerza -No te conviene hacerme enfadar-

Cuando el otro le recostó en el sillón le propinó una fuerte patada en la espinilla para quitarselo de encima, poniwndose a una distancia prudencial- ni a ti enfadarme a mí-lñe siseó.

Me quedo un momento sentado en el sillon con mi mano en la espinilla, para despues levantarme enfadado y acercarme a el

Al notar sus intenciones de como minimo capturarlo salio corriendo como si su vida dependiese de ello, aunque la verdad tal vez si dependia, escondiendose en una de las habitaciones del segundo piso para correr a taponar la puerta con un tocador de madera que pesaba una barbaridad.

Sonrio al verlo correr y corro detras de le viendo en que habitacion se metio entrado a ella antes de que tapara la entrada

Se recargó en la punta opuesta a donde se encontraba la puerta, respirando agitado por la carrera.

Antes de acercarme a el cerre la puerta con llave para despues comenzar a caminar hacia donde estaba

- ¿para qué la cierras si ya está tascada idiota?-le preguntó con claro enojo- ¿acaso no sabías cuando me compraste que no sería tu fiel servidor ni te lamería los zapatos por mucho que me castigaras?

-Lo sabia pero por eso te compre- tomandolo del brazo y arrogandolo a la cama

- ¿te gusta que te insultes idiota?-le preguntó, rodando para despues bajarse de la cama rapidamente- porque para eso creo que solo tienes que salir un poquito a la calle.

Antes de que se levantara de la cama lo agarro del cabello jalandolo para volver a acomodarlo en la cama -No me gusta que me insulten- le dije colocandome sobre el sin permitirle volver a darme una patada

Gimió de dolor al sentirse jalado de sus cabellos y aprisionado baqjo el cuerpo dsel otro- ¿entonces poer qué diablos me compraste?preguntó/grito-con ira, árañándole la cara como pudo para volver a escapar.

Le doy una bofetada al sentir como araña mi cara

Sintió la fuerte bojetada del otro, llevándose una mano a la zona afectada, mirándole con rabia- te dije que te remodelaría la cara-siseó, furioso y con sus ojos relampageantes de ira.

-Atrevete a volver a arañarme y te llevare a la tienda dando autorizacion para que te castigen- agarrando con una de mis manos las suyas y apresandolas arriba de su cabeza para comenzar a quitarle la ropa

- Hazlo, ya lo han intentado muchas veces y todavia no han podido castigarme ni una vez-contestó, mirandsolo desafiante, hasta que sintio sus manos y por lo tanto sus garras apresadas, aunque esto no fue un problema para que pudiera moprderlle en el hombro, clavando todo lo que pudo sus afilados dientes.

-He escuchado que hay una persona nueva que se encarga de los castigos- sintiendo la mordida y separandolo de mi hombro para volver a darle otra bofetada

- Como si quiere encargarse el mismisimo dueño, todos van muy gallitos intentando controlarme y al final acaban huyendo-contestó, ssintiendo otra bofetada- ¿quieres dejar ya de abofetearme?-dijo mientras volvia a orderle, esta vez en la yugular, para intentar hacer que lo soltara debido a que si ese mordisco continuaba un poco más moriría seguramente al atravesar sus dientecillios la piel.

-Lo hare cuantas veces sea necesario- soltandolo y separandolo de mi cuello -Te llevare de regreso a la tienda para que te castiguen- le dijo bajandose de la cama con una mano en le cuello

Una vez se vio libre del otro se posiciono en la cama, sentado, con las orejas bien altas y el pelaje encrespado, algo echado hacia delante su cuerpo; como un gato salvaje dispuesto a saltar al ataque-para eso antes tendrías que cogerme, ¿no?¿

Sonrio y voy al baño que esta en la habitacion para enjuegar la herida -Acaso crees que no tengo mis metodos- saliendo y acercandome lentamente a el sin dejar de ver sus movimientos

Se agacho aun más, posando sus manos en la superficie del colchon y poniendose en mas tension cada vez que el otro se acercaba, mostrandole sus garras y sis dientecillos de forma algo salvaje.

En un rapido movimiento me coloco sobre el inmovilizando sus manos y su rostro

Cuando le inmovilizó parcialmente aprovechó para pegarle una patada en la parte posterior de la rodilla, consuiguiendo asi que perdiese el equilibrio y por lo tanto escapar para poner otra vez un gran espacio de por medio.